Uno de los meteoros más melancólicos y que suelen bajar mucho el ánimo a las personas es la niebla, dado que dicho fenómeno reduce sustancialmente la visibilidad y la luminosidad. El cuerpo humano necesita de la luz y del sol para levantar el ánimo de las personas.
Si quiere saber más de la niebla y que tipos existen en este artículo te resumimos lo más importante de cada uno de ellos así cómo se forman.
La niebla se compone habitualmente de gotas minúsculas de agua formadas por la saturación de humedad del aire y que reducen la visibilidad a menos de un kilómetro de visión horizontal. Las nieblas se pueden clasificar principalmente de dos formas:
Por visibilidad: Según los metros o kilómetros que haya de visibilidad se clasificará como niebla densa, niebla, neblina o bruma.
Por la forma de saturarse el aire: Niebla de radiación, de valle, advección, elevación y de evaporación.
Indice del Artículo
Niebla de Radiación (Irradiación)
La niebla por radiación suele producirse en invierno cuando las noches son más largas provocando un mayor enfriamiento que en otras estaciones del año.
Estas nieblas se producen en periodos anticiclónicos favorecidas por cielos despejados y condiciones de calma. El enfriamiento de la tierra durante la noche por la radiación térmica enfría el aire cercano de la superficie. Esto reduce la capacidad del aire para retener la humedad, permitiendo que se produzca la condensación y por tanto la niebla.
La niebla por radiación suele disiparse poco después del amanecer a medida que el suelo se calienta, aunque hay dos excepciones a la regla:
Zonas de gran altitud donde el Sol tiene poca influencia en el calentamiento de la superficie.
Zonas donde hay una fuerte inversión térmica donde impide que el aire frío y saturado se eleve y por tanto se mantenga condensado durante más tiempo. Estos lugares suelen producirse en las zonas más bajas de la zona. Estas nieblas con llamadas también, niebla de valle, que en la siguiente sección os la explicamos con más detalle.
Niebla de Valle
La niebla de valle se forma cuando el aire frío y denso se asienta en las partes bajas de un valle, condensándose y formando la niebla. A menudo es el resultado de una inversión de temperatura. La niebla del valle está confinada por la topografía local y puede durar varios días en condiciones de calma durante el invierno.
La inversión térmica se define como el fenómeno en donde el aire frío queda confinado en las partes más bajas de la geografía de una zona, mientras que en las capas inmediatamente superiores existe un aire bastante cálido. Esta situación provoca que aire no se renueve y pueda formar niebla y en ciudades aumentar sustancialmente la contaminación.
Niebla de Advección
La niebla de advección se produce cuando el aire húmedo y cálido pasa sobre una superficie más fría y se enfría. Un ejemplo común de esto es cuando un frente cálido pasa sobre un área cubierta de nieve.
También es común en el mar cuando el aire tropical húmedo se mueve sobre aguas más frías. Si el viento sopla en la dirección adecuada, la niebla marina puede transportarse sobre las zonas terrestres costeras.
En la costa también aparecen este tipo de nieblas en otoño, cuando el agua sigue con la inercia térmica del verano (Agua todavía caliente) llega a la costa que tiene ya una temperatura más baja, produciéndose una condensación de la humedad.
Niebla Orográfica
La niebla de orográfica o de elevación se forma cuando los vientos hacen subir el aire por una pendiente (lo que se denomina elevación orográfica). El aire se enfría a medida que asciende, permitiendo que la humedad que contiene se condense, formándose pequeñas gotas de agua y formando estos estratos de nubes.
Niebla de Evaporación
La niebla de evaporación está causada por el paso de aire frío sobre agua más caliente o tierra húmeda. A menudo provoca niebla helada, o a veces escarcha.
Cuando parte del agua relativamente caliente se evapora en las capas bajas de aire, calienta el aire, haciendo que se eleve y se mezcle con el aire más frío que ha pasado por la superficie. El aire cálido y húmedo se enfría al mezclarse con el aire más frío, permitiendo que se produzca la condensación y la niebla.
La niebla por evaporación puede ser una de las formas más localizadas de niebla. Puede producirse cuando
El aire frío se desplaza sobre lagos, embalses, piscinas o jacuzzis calefactados al aire libre, donde se forma fácilmente niebla de vapor.
Los frentes fríos o las masas de aire frío se desplazan sobre mares cálidos. Esto suele ocurrir en otoño, cuando las temperaturas del mar siguen siendo relativamente cálidas después del verano, pero el aire ya empieza a enfriarse.
Fenómenos Ambientales que Reducen la Visibilidad
Existen otros fenómenos ambientales que reducen la visibilidad a continuación te explicamos brevemente cada una de ellas.
Qué es la Neblina
La neblina tiene la misma dinámica que la niebla por condensación de agua, pero en cambio este fenómeno meteorológico es más ligero que la niebla dado que la visibilidad horizontal se reduce entre el kilómetro y los 5 kilómetro.
La bruma en cambio tiene una estructura diferente a la niebla y la neblina, principalmente la bruma en la costa se compone por partículas minúsculas de sal. En cambio, en zonas de interior se puede producir en otras partículas secas como el polvo o partículas de contaminación que son imperceptibles a la vista del humano.
La visibilidad de este fenómeno se puede comparar a la de una neblina, es decir de uno a cinco kilómetros de visibilidad horizontal.
Qué es la Calima
Es un fenómeno meteorológico que se suele producir en áreas muy secas o zonas que están relativamente cercanas a los desiertos, la calima se produce principalmente por arena o polvo en suspensión que normalmente ha sido trasladada por el viento.
Por ejemplo, en España es relativamente habitual ver en las Islas Canarias épocas donde el cielo está enturbiado y se reduce la visibilidad tiñéndose el ambiente a un color amarillento, ocre o anaranjado. En este caso se produce cuando hay vientos del Este provenientes del Desierto del Sáhara.
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